Luis Fernando Aro, director del Consejo Nacional Agropecuario, comenta que la sequía se ha intensificado en gran parte del país, pues prácticamente, en el último monitor de sequía que publica la CONAGUA, el 80 por ciento de los municipios se encuentra en alguna condición de sequía, lo que repercute en la producción de maíz a nivel nacional. Compara que en el otoño-invierno la cosecha de maíz en Sinaloa, el año pasado, se produjeron al rededor de 6 millones de toneladas, no obstante, este año será solo un poco más de 3.4 millones de toneladas. Por lo que hay un problema de falta de oferta de producción y en primavera-verano si no hay condiciones de lluvia se vera afectada la producción.

Así mismo, aclara que hay una estimación de llegar a una importación record de los 22 millones de toneladas. El año pasado se importaron 18.4 millones de toneladas. Se tiene garantizado el abasto de maíz blanco, donde hay problema es en lo que se refiere al consumo pecuario y agroindustrial. Debido a que en el país se consumen 46 millones de toneladas, de las cuales aproximadamente producimos 27 millones; de maíz blanco son 24 y de maíz amarillo son tres millones de toneladas, por lo que estamos importando al rededor de 19 millones de toneladas. Para consumo humano se requieren al rededor de 14 millones de toneladas y para consumo animal y la agroindustria se requieren 27 millones de toneladas. Por ello, la estimación de la importación de este año sería al rededor de 22 millones de toneladas, 90 por ciento es de maíz amarillo.

Añade que, principalmente, los cultivos más afectados por la sequía son los granos básicos y al sector pecuario. La afectación viene en los cultivos de temporal, pues al no haber lluvias viene una disminución de la superficie; así como el almacenaje en las presas de riego que afecta el riego de los cultivos. Por tanto, opina que el sector agrícola debe de verse como parte de la solución porque al final del día, el agua que se utiliza en la agricultura, casi 75 por ciento en México, es para la producción de alimentos.

Puntualiza que se ha comentado esta propuesta con las candidatas y el candidato a la presidencia para hacer un plan nacional hídrico que resuelva el problema de estrés hídrico y de desabasto de agua a nivel nacional.

Concluye que los precios de las commodities agrícolas a nivel internacional son muy bajos y el tipo de cambio, al ser determinado en dólares, afecta a los productores, acompañado de un alza en los costos de producción y una sequía que afecta los rendimientos, lo cual se vuelve una "tormenta perfecta". Por ello, ya hay pláticas con el gobierno federal, donde el gobierno accede a compensar una parte del volumen de producción que se va a cosechar en 2024, aunque, argumenta que si se sacan las cuentas entre los precios internacionales y los precios de indiferencia, el precio final que ingresa al productor sigue siendo insuficiente.[tc <-]