Síntesis.
En ocasiones, en el plano discursivo el desafío climático puede verse reducido a una simple fórmula: los hidrocarburos lo causaron; detener su uso resolverá el problema. La complejidad del desafío, su carácter multicausal, a veces es limitado a esta única aproximación.
La realidad, por supuesto, tiene muchos más matices. Como afirma Mike Hulme, profesor de Geografía Humana en la Universidad de Cambridge, el cambio climático es un “problema perverso, con causas difusas, efectos que se distribuyen de manera desigual y que carecen de solución universal”. Es un asunto que desafía la noción de caminos únicos, con consecuencias que evolucionan a diferentes velocidades, de una manera indeterminada.
Reconocer las realidades energéticas ayuda a corregir algunos de los mitos relacionados con las emisiones. Tres realidades merecen una atención especial:
1) Múltiples actividades humanas que involucran diversas industrias, sectores, patrones de consumo, procesos y factores son responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Todos ellos deben formar parte de la solución al cambio climático.
2) Las emisiones relacionadas con la energía abarcan una amplia gama de fuentes e incluyen múltiples combustibles.
3) Diversas industrias se enfrentan al mismo dilema que la industria petrolera: suministrar un producto, recurso o materia prima vital del que dependen miles de millones de personas, frente a una demanda creciente, y al mismo tiempo tratar de reducir sus emisiones.
Para hacer frente al desafío de las emisiones son esenciales soluciones innovadoras en muchos sectores. Tomemos como ejemplo el gran desafío de alimentar a los más de 8 mil millones de habitantes del mundo. Se estima que la proporción de emisiones de GEI asociadas a la agricultura oscila entre una cuarta y una tercera parte del total de emisiones.
Con la población mundial creciendo hacia 9 mil 700 millones de personas para 2050, la magnitud de este desafío se acentúa. Será esencial asegurar el suministro de alimentos a esta población adicional, al tiempo que se deberán reducir las emisiones en todo el sector agrícola.
Otra fuente importante de emisiones son los residuos, los vertederos y las aguas residuales. Cuando la materia orgánica, como los restos de comida, los desechos de jardinería, el papel y el cartón, se descompone, emite gases de efecto invernadero. De acuerdo con estimaciones, la descomposición de los residuos es responsable de alrededor de 20 por ciento de las emisiones antropogénicas de metano.
La industria de la moda también jugará un rol importante en la tarea de reducir emisiones. Además de la demanda de agua y fertilizantes requeridos para insumos como el algodón, existe el problema de que, según estimaciones, la vida útil de la ropa se ha reducido 40 por ciento en los últimos 15 años, y hasta la mitad de toda la ropa termina en el vertedero en el plazo de un año contado desde su fecha de fabricación. De ahí la necesidad de que todas las industrias desempeñen un papel para abordar el desafío climático.
Una de las estadísticas citadas con mayor frecuencia es que más de 70 por ciento de las emisiones de GEI provienen del sector energético; sin embargo, esto incorpora una amplia gama de usos de la energía, que incluyen la generación de electricidad, la calefacción y el transporte.
El petróleo solo representa 15% de las fuentes de energía para las demandas asociada a calefacción de edificios a escala mundial; el gas natural es la mayor fuente de energía para tal fin, con 42%. En cuanto a la electricidad, solo 2% de ésta a escala mundial es generada a partir del petróleo. El carbón sigue siendo la mayor fuente de generación de electricidad, con alrededor de 35%.
Reducir las emisiones mientras se siguen proporcionando servicios de los que dependen millones de personas es un desafío que afrontan muchas industrias, no solo la petrolera. Por ejemplo, la fabricación del cemento contribuye con 8% de las emisiones globales de dióxido de carbono.
La industria siderúrgica es otra área que enfrenta el gran desafío de satisfacer la creciente demanda y, al mismo tiempo, reducir las emisiones vinculadas a sus operaciones. Los 2 mil millones de toneladas de acero que se fabrican cada año, son responsables de 8 por ciento de las emisiones globales de CO2. Casi dos tercios de este acero se produce en grandes hornos. Dicho de otra forma, si la industria siderúrgica fuera un país, sería el quinto mayor contribuyente de emisiones de CO2.
El enorme aumento en energías renovables y vehículos eléctricos delineado en muchos ambiciosos planes de cero emisiones netas provocará un aumento exponencial en el sector minero alrededor de minerales críticos, como cobre, cobalto, silicio, níquel, litio, grafito y las tierras raras (tal como se detalló en mi anterior artículo, titulado “Minerales críticos: una evaluación realista”). La minería representa actualmente entre 4 y 7 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y, a menos que la industria se descarbonice rápidamente, esta cifra pude aumentar a medida que el sector se expanda, en línea con la demanda de minerales críticos.
Por estas razones, tal como es el caso de la industria petrolera, la innovación tecnológica será clave en varios sectores, en particular la aplicación de tecnologías de mitigación y eliminación de carbono. Como resultado, los países miembros de la OPEP se encuentran invirtiendo en sistemas avanzados de captura y almacenamiento de carbono (CCS), tecnologías de producción de hidrógeno y captura directa de aire, junto con el desarrollo de energías renovables.
Como la OPEP ha sostenido durante muchos años, no existe un único camino hacia un futuro de emisiones bajas. Depende de cada país trazar un camino que aborde las complicadas disyuntivas entre reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y satisfacer crecientes necesidades económicas y sociales de una población mundial en expansión. Las recetas únicas, de carácter vinculante, permitirán un progreso limitado, mientras que un diálogo inclusivo y un grado de flexibilidad para las circunstancias particulares de cada país facilitarán a la comunidad internacional el trabajo hacia un brillante futuro....[rt ]
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