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Es urgente actuar ante la crisis del agua
Según cifras oficiales, actualmente el 42% del territorio nacional experimenta algún grado de sequía, las precipitaciones no fueron malas, pero resultaron insuficientes para acumular reservas solidas para atender las necesidades generales durante la temporada de hastío.
Presiones para los sectores económicos, la población y las actividades que dependen de la dotación suficiente y de calidad del vital liquido se mantienen en niveles de emergencia principalmente en el centro y noroeste del país.
En contraste otras zonas tienen que recuperarse de los huracanes, inundaciones, deslaves, tormentas y otros desastres naturales que les afectaron. En suma, un panorama complicado.
Las recientes reuniones de diversos organismos internacionales apuntan que la escasez del agua podría detonar severos problemas sociales y políticos en menos de 5 años.
La situación es cruda y de profundo impacto: poco más de la mitad de la población mundial (4 mil millones de personas) sin importar su nivel de ingreso, experimentan una grave escasez de agua durante al menos un mes al año.
La contaminación de mares, ríos, lagunas, lagos, acuíferos y reservas de agua esta en sus mayores niveles. Altas concentraciones de metales pesados, sales, sedimentos, partículas disueltas, bacterias, hongos, algas y otros contaminantes orgánicos se han detectado en el agua que se
Casi 4 millones de personas fallecen anualmente debido a la carencia de agua y al consumo de agua contaminada, casi dos terceras partes de ellos son menores de edad.
Por otro lado, las enfermedades gastrointestinales, cardiacas, respiratorias y otros padecimientos relacionados -precisamente- con los diversos problemas del agua añaden un número creciente de víctimas colaterales que no son contabilizadas.
La situación se vive en el día a día en cientos de miles de hogares, que hacen enormes esfuerzos primero para buscarla, conseguirla y lograr que llegue a sus casas. Ahorrando cada gota, reusando, ajustando su consumo y gastando casi la mitad de sus ingresos en paliar esta necesidad fundamental.
Frustración, enojo, hartazgo, suelen surgir cuando no hay agua ni para los trastes, un baño o al menos lavarse las manos.
Para las empresas, la industria y la agricultura, esto representa millones de dólares en paros, reducción de la producción, retrasos, logística, pérdidas totales de cosechas y el consecuente aumento de precios de los productos básicos.
El problema se extiende hacia todas las actividades humanas. Es critico para la salud, fundamental para la higiene, la economía, comercio, turismo, transporte, recreación, alimentos, farmacia, energía, minería, todo pasa por el agua, necesita del agua y desafortunadamente termina consumiéndola y contaminándola.
La dimensión del enorme reto no puede dejar de lado lo que significan miles de arroyos, cuencas y canales de aguas negras que transportan millones de toneladas de peligrosos residuos por cientos de kilómetros y que sus emanaciones de gases también acarrean mayores consecuencias.
Las medidas a tomar implican cambios culturales, desarrollo científico, investigación, innovación disruptiva, modernización tecnológica, política pública, liderazgo, inversión y combate a la corrupción.
1. Viejas prácticas, mismos resultados. Renunciar a lo viejo para dar paso a las novedades, los procedimientos que se usan para purificar, potabilizar y tratar el agua se quedaron obsoletos, es imprescindible una transformación integral de plantas, equipos y los sistemas que se usan.
Aferrados a las practicas del pasado es estancarse y mantener las practicas viciosas de uso de químicos, equipos viejos y métodos caducos que se quedaron atrás ante las necesidades actuales.
Hoy se requiere tecnología de punta, desarrollada por Inteligencia Artificial que no requiere de sustancias químicas, genera ahorros en mantenimiento y energía y con huella de carbono mínima.
Todo eso es posible con el uso de las fuerzas combinadas del magnetismo, colisiones iónicas, bombardeo de onda corta, vórtices sónicos, inyección de nano burbuja y nano membranas de ultrafiltración en tiempo real, sin emisiones de gases y con diversas opciones para el tratamiento de lodos residuales.
Para lidiar con lixiviados, aguas congénitas, mineras, industriales, ganaderas, hospitalarias, farmacéuticas o de embotelladoras por ejemplo existen soluciones que permiten reciclar hasta el 97% de las descargas y que significan grandes ahorros y significativas aportaciones para la creación de reservas, sostenibilidad de las fuentes de provisionamiento y conservación del medio ambiente.
2. Reciclar, reutilizar y reusar. Menos del 10% de las descargas totales de aguas negras (domesticas, agrícolas, industriales) recibe tratamiento; menos del 5% se recicla. Es decir, millones de litros que pudieran ser usados para atender diversas necesidades terminan desperdiciándose y lo que se gasta en su disposición simplemente se pierde. 
El reciclaje del agua es ya una necesidad imperante, una obligación, no hay posibilidad de postergarlo. Campos deportivos, cosechas, invernaderos, diversos procesos productivos pueden atenderse a partir de agua recuperada.
Soluciones y sistemas direccionados por Inteligencia Artificial ofrecen todo un arsenal de recursos tecnológicos a precios accesibles, eficientes y pueden entrar en operación en unas cuantas semanas.
Con tales avances se pueden recuperar fuentes naturales, humedales, pozos, presas, lagunas y cuerpos de agua. Desalinizar, potabilizar, purificar, tratar, reutilizar ya es posible con tecnología del futuro, ahora. Sin dilaciones, pretextos ni excusas, la crisis de agua ya nos rebasó.
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Es urgente actuar ante la crisis del agua
Alfredo Paredes
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