Versión.
Rafael Guadarrama, reportero: México desde hace más de dos décadas se ha visto como un mercado atractivo para la industria de semillas transgénicas. Comenzó en el sexenio de Vicente Fox, desde esos años, empresas agrobiotecnológicas como Monsanto, ahora Bayer Crop Science, Syngenta, Cargill, DuPont, entre otras, promovieron que el gobierno creara un marco legal para introducir estos cultivos. Sin embargo, desde entonces como hasta ahora, algunos académicos, productores y organizaciones civiles se han pronunciado en contra con diversos argumentos.
El primero, que México, al ser centro de origen y diversificación del maíz, no puede darse el lujo de admitir y comercializar cultivos modificados que pudieran alterar las razas nativas, las más de 60 registradas y sus diversas variedades. Lo segundo, que en la literatura científica se ha documentado que los alimentos derivados de los OGMs, o transgénicos, pueden causar alteraciones indeseables en las plantas y que podrían provocar problemas de salud. Y tercero, que permitir ese comercio podría provocar un acaparamiento del mercado en favor de unas cuantas empresas dueñas de las patentes de sus semillas modificadas.
En 2005 se quiso dar un poco de luz verde a los transgénicos en México, cuando se formalizó la creación de una comisión intersecretarial, la CibioGem, para evaluar la viabilidad de las semillas. Años después, comenzaron a otorgarse permisos para siembra experimental, alrededor de 150. En 2013, gracias a un amparo obtenido por un colectivo ciudadano, se detuvieron esas siembras, situación que prevalece a la fecha.
Cabe destacar que México no había tenido una postura clara frente a esta tecnología hasta el sexenio del presidente López Obrador, cuando se expresó abiertamente que nuestro país no permitiría la venta de semillas transgénicas, en especial de maíz. Esa postura se acompañó de una serie de decretos, primero en contra del glifosato, un agroquímico que se emplea en cultivos transgénicos y que llega a enfermar a sus usuarios, y en el 2023, con la prohibición de la siembra e importación de maíz transgénico. Esta última resolución fue la que motivó a Estados Unidos y sus empresas para que promovieran una inconformidad comercial ante el T-MEC, cuyo panel falló recién a favor de esa nación.
¿Qué organismos y personajes abogan por los transgénicos en México? Entre otros, el Congreso Nacional Agropecuario, el Consejo Coordinador Empresarial y la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos. Participan en foros o dan posturas que demuestran su cercanía con empresas como Bayer o Monsanto, Syngenta, Cargill y DuPont.
El estudio advierte que también hay políticos que juegan activamente a favor de las empresas. De México, reconoce al e xsecretario de Agricultura, Víctor Villalobos, como promotor de abrir el mercado a transgénicos, y del lado de Estados Unidos, al todavía titular de Agricultura, Tom Vilsack, y a la representante de Comercio, Katherine Tai, quien por cierto celebró con el anuncio reciente del panel de T-MEC.[tc <-]
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